Picasso y Klee en la colección de Heinz Berggruen
Obras del Museum Berggruen, Neue Nationalgalerie de Berlín
El Museo Nacional Thyssen Bornemisza presenta una selección de cincuenta obras maestras de Pablo Picasso y Paul Klee que pertenecieron al marchante y coleccionista alemán Heinz Berggruen y que hoy forman parte del Museum Berggruen de Berlín.
Heinz Berggruen (Berlín, 1914 – París, 2007) abrió en 1950 una legendaria galería de arte en París, especializada en arte moderno, que durante tres décadas contó con una prestigiosa clientela, entre la que se encontraba su amigo el barón Thyssen-Bornemisza. A partir de 1980, Berggruen se dedicó exclusivamente a ampliar su selecta colección personal de obras del siglo XX y logró reunir un extraordinario conjunto que sería adquirido por el gobierno alemán en el año 2000. Al crearse el Museum Berggruen en el barrio de Charlottenburg, como parte de la Neue Nationalgalerie de Berlín, el coleccionista vio cumplida su aspiración no sólo de conservar la mayor parte de sus obras juntas para la posteridad, sino también de poder compartir su colección con el gran público. En cierto modo, se trata de un caso análogo al protagonizado en Madrid por Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza una década antes.
Con motivo de la renovación de su edificio, el Museum Berggruen viene organizando desde 2022 una serie de exposiciones internacionales en Asia, en Japón y China, y más recientemente en Europa, para mostrar diferentes propuestas de lo más destacado de su colección. En el caso de la presentación en el Museo Thyssen, el discurso expositivo plantea un constructivo diálogo visual e intelectual entre los dos artistas favoritos de Heinz Berggruen: Pablo Picasso y Paul Klee.
Es cierto que Picasso y Klee no pueden ser más opuestos. Pertenecían a dos mundos muy diferentes y poseían dos personalidades antitéticas: meridional, terrenal, excesivo y sensual, el primero; nórdico, espiritual, introspectivo e intelectual, el segundo. Ahora bien, también es indudable que compartieron ciertos repertorios temáticos, un mismo espíritu de experimentación, una análoga estrategia reductora y deformadora que los llevó a dislocar formas y cuerpos, tanto por medio de la geometría como por la mutación orgánica, y, además, un similar sarcasmo para utilizar el arte como arma de transgresión. En buena medida, sus dos fórmulas –antagónicas, pero igual de revolucionarias–, que los llevaron a destruir la realidad a través de un lenguaje plástico de enorme radicalidad, transformaron para siempre el modo de mirar y de acercarse al mundo del hombre contemporáneo.
La exposición se divide en cuatro apartados con los temas y géneros que interesaron a los dos artistas y en los que sus creaciones se entrelazan de maneras sugerentes e inesperadas: Retratos y máscaras; Lugares; Cosas; y Mito y escenificación. En cada sección se incorpora además una selección de obras de la colección Thyssen, algunas de las cuales fueron propiedad de Berggruen en el pasado, que dan pie para abordar la estrecha relación que se estableció entre ellos.
Comisarios: Paloma Alarcó, jefa de conservación de Pintura Moderna del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza Gabriel Montua, director del Museum Berggruen, Berlín.
Lunes: 12:00 - 16:00
De martes a domingo: 10:00 - 19:00
24 y 31 de diciembre: 10:00 - 15:00
25 de diciembre y 1 de enero: museo cerrado.
Lunes: acceso libre
Martes a domingo: incluida en la entrada única.