Pintor e iluminador, está documentado por primera vez en 1389, en el Breve dell’Arte de’pittori senesi. Comenzó su formación en el taller de su padre, Bartolo di Fredi Cini. Su primera obra documentada es un retablo para la capilla de la Università dei Calzolai, en el Duomo de Siena, realizado en colaboración con su padre y Luca di Tommè. Durante la década de 1380 trabajó en el taller paterno, donde destacó por su habilidad para la pintura de pequeño formato; prueba de ello es la tabla La matanza de los inocentes, conservada en la Walters Art Gallery de Baltimore y perteneciente al retablo de La Presentación en el templo, llevado a cabo para la iglesia de San Agostino, en San Gimignano. Parece ser que después de 1390 trabajó como pintor independiente; el tríptico firmado de La Anunciación, en Buonconvento, Museo d’Arte Sacra, Val d’Arbia, se sitúa en esa etapa.

Tras establecerse por cuenta propia, se convirtió en uno de los pintores más exitosos de Siena. También ejecutó frescos, desgraciadamente destruidos, en la capilla de San Vittore del Duomo de Siena, realizó tallas en madera y diseñó vidrieras. Sus únicas obras fechadas son las cuatro tablas de 1413 con San Juan Bautista, San Francisco, San Pedro y San Juan Evangelista, del políptico de Santa Petronilla, en la iglesia de la Osservanza de Siena. En las figuras del políptico del Duomo de Tuscania y en las del retablo de San Angelo in Vado —con fragmentos de La Coronación de la Virgen, Santa Catalina de Alejandría, San Pedro, San Agustín, San Pablo (todos en Milán, Pinacoteca di Brera), San Miguel y San Juan Bautista (Urbino, Palazzo Ducale)— se percibe la influencia de Taddeo di Bartolo. Todas estas obras se han fechado, con reservas, entre 1420 y 1425. Aunque se mantuvo fiel al estilo tradicional sienés y fue lento en renovar su repertorio figurativo, se observa una evolución en su obra que le llevó a expresiones menos severas. Murió en Siena el 3 de junio de 1428.

Obras