Paris Bordone nació en Treviso, en 1500, pero se trasladó a Venecia siendo todavía un niño. Allí recibió su formación como pintor de la mano de Tiziano, en cuyo taller entró hacia 1516, sin embargo, a la temprana edad de dieciocho años ya estaba trabajando como maestro independiente. Según Vasari, esta prematura salida del taller se explica por la poco cordial relación entre ambos, llegando Tiziano a apropiarse del primer encargo que su ayudante recibió para el altar de la iglesia San Niccolò dei Frari, en Venecia. La obra de Bordone muestra desde el principio, no sólo la fuerte presencia de Tiziano, sino también influencias de Giorgione y, más adelante, de Pordenone.

El reconocimiento público a su pintura llegó en 1534, cuando ganó el concurso convocado por la Escuela de San Marco para ejecutar La presentación del anillo al dux de Venecia. Esta obra, conservada en la Galleria dell’Accademia de Venecia, está considerada como la más importante de su carrera. En los años siguientes, probablemente hacia 1538, Bordone se ausentó de Venecia para, según Vasari, viajar a Francia, a la corte de Francisco I en Fontainebleau, donde trabajó con intensidad. Allí estableció contacto con los italianos Luca Penni, Francesco Primaticcio y Rosso Fiorentino, que también se encontraban al servicio del monarca francés. Tras esta experiencia, en su estilo confluirá la sensibilidad veneciana con la de Italia central y el manierismo francés. Durante las décadas siguientes realizó otro gran viaje, esta vez a Baviera, Alemania, donde trabajó para los Fugger en Ausburgo, y otras influyentes familias; sin embargo, ni la fecha del viaje ni la cronología de las obras que allí llevó a cabo han podido determinarse. A partir 1560 Bordone está documentado en su taller de Venecia, donde la mayor parte de los encargos que recibió en esos años procedían de Treviso.

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