Aert de Gelder
Dordrecht, 1645-1727
Aert de Gelder inició su formación como pintor en el taller de Samuel van Hoogstraten, en Dordrecht, su ciudad natal, y hacia 1661 se trasladó a Amsterdam para completar sus estudios con Rembrandt. Fue el último alumno del maestro, con quien permaneció dos años. Tras finalizar su aprendizaje regresó a Dordrecht, donde residió hasta el final de su vida. Desde su juventud, Gelder fue considerado como el mejor y más directo seguidor de Rembrandt, pero también fue visto como una figura excéntrica al ser el único pintor holandés que seguía trabajando en este estilo ya entrado el siglo XVIII. Sus obras están claramente inspiradas por su maestro, como se aprecia en el Ecce Homo (Dresde, Staatliche Kunstsammlung), de 1671, que es una variación de un aguafuerte de Rembrandt con el mismo tema, o en Abraham y los ángeles (Rotterdam, Museum Boijmans van Beuningen), considerada durante mucho tiempo una obra auténtica de Rembrandt. Sin embargo, es sobre todo en la técnica pictórica donde las influencias rembrandtianas son más evidentes y donde se mantienen más tiempo. Sus pinceladas son amplias y pastosas, utilizando a veces los dedos o la espátula para conseguir distintas texturas. A Gelder también le gustaban los efectos conseguidos al arañar con el mango del pincel la superficie del cuadro con la pintura todavía fresca.
El género que más trabajó a lo largo de su carrera fue el de las escenas bíblicas, siendo Las escenas de la Pasión, pintadas hacia 1715, las más famosas. Al igual que Rembrandt, coleccionó armas, armaduras, trajes y zapatos antiguos, además de otras curiosidades, que luego representaba en sus cuadros. También hizo retratos, que lejos del modelo elegante de estilo flamenco, de moda entre los holandeses a finales del siglo XVII, llaman la atención por su naturalidad, como El doctor Boerhaave y su familia (Amsterdam, Rijksmuseum). El rasgo más característico y original de la pintura de Gelder fue su colorido, en especial a partir de principios de siglo XVIII, cuando comenzó a añadir a la paleta de Rembrandt los blancos nacarados, amarillos, azules, naranjas, verdes y violetas.
El género que más trabajó a lo largo de su carrera fue el de las escenas bíblicas, siendo Las escenas de la Pasión, pintadas hacia 1715, las más famosas. Al igual que Rembrandt, coleccionó armas, armaduras, trajes y zapatos antiguos, además de otras curiosidades, que luego representaba en sus cuadros. También hizo retratos, que lejos del modelo elegante de estilo flamenco, de moda entre los holandeses a finales del siglo XVII, llaman la atención por su naturalidad, como El doctor Boerhaave y su familia (Amsterdam, Rijksmuseum). El rasgo más característico y original de la pintura de Gelder fue su colorido, en especial a partir de principios de siglo XVIII, cuando comenzó a añadir a la paleta de Rembrandt los blancos nacarados, amarillos, azules, naranjas, verdes y violetas.