Hans Holbein el Viejo
Hans Holbein el Viejo, hijo de Michael Holbein, un curtidor asentado en Augsburgo, nació probablemente en esta ciudad entre 1460 y 1465. Está documentado por primera vez en 1493, cuando se le cita como pintor ciudadano de Ulm, donde se encontraba trabajando, junto con el escultor Michel Erhart. A partir del año siguiente, su nombre aparece frecuentemente en los registros de Augsburgo, y su taller parece haber incrementado su actividad notoriamente, pues en ese mismo periodo aparecen ya mencionados aprendices a su cargo, entre los que se encontraba el hermano menor del pintor, Sigmund Holbein. Durante los años siguientes, la mayor parte de los encargos que Holbein recibió procedían de Augsburgo, pero también participó en grandes proyectos fuera de la ciudad, como las alas del retablo del altar mayor de la Dominican Klosterkirche de Frankfurt, o el retablo de la iglesia de la abadía cisterciense de Kaisheim. Para llevar a cabo muchas de sus comisiones Holbein colaboraba con escultores, generalmente con Gregor Erhart y Adolf Daucher, ambos emparentados con él.
A principios de siglo Hans Holbein se encontraba trabajando en uno de sus proyectos más importantes: la decoración del altar de la catedral de Augsburgo. Sólo una pequeña parte de los retablos que el taller de Holbein produjo en esos años han llegado hasta nuestros días. Aunque existen pocos retratos, se ha conservado un elevado número de dibujos y esbozos que muestran su interés por la captación de las fisonomías.
A partir de 1514 parece que Holbein abandonó Augsburgo, y estuvo activo en la región del Alto Rin, en Alsacia y Basilea. Sus hijos, Ambrosius y Hans el Joven, una de las figuras más importantes del Renacimiento alemán, siguieron sus pasos y trabajaron en un principio como ayudantes. En su última etapa, Holbein, el Viejo participó con su hijo Hans en una serie de encargos, en los que es difícil diferenciar ambas manos.