Pintor anónimo alemán que trabajó en la segunda mitad del siglo XV. Recibe el nombre de una serie de frescos del Ayuntamiento de Lüneburg, de hacia 1495, que representan el Juicio Final, pinturas que han servido para establecer su personalidad artística. Fue Gmelin quien atribuyó a este maestro el Retrato de un hombre joven de la colección del Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, tanto por las similitudes estilísticas como por la procedencia de la obra. En su estilo destaca el duro modelado de los rostros y las severas expresiones de los mismos, oscilando en sus composiciones entre la tradición tardogótica y algunas notas más modernas, como el incipiente realismo.

Obras