Mark Tobey
Centerville, 1890-Basilea, 1976
Artista cosmopolita, Mark Tobey fue un pionero de la abstracción americana. Se interesó por las culturas y las formas artísticas de otros continentes y quiso aunarlas en sus pinturas.
La única formación académica que recibió se redujo a la asistencia una vez a la semana a clases de acuarela y óleo en el Art Institute de Chicago durante su época de bachillerato en Hammond. La enfermedad de su padre le obligó a abandonar sus estudios en 1909 y establecerse en Chicago, donde comenzó a trabajar como diseñador industrial, y en 1911 en Nueva York, para colaborar como ilustrador en revistas y periódicos como Vogue y New York Times. En 1917 se celebró su primera exposición individual en la galería M. Knoedler & C. de Nueva York.
En 1918 se convirtió a la fe Baha’i de origen persa, que defendía la unidad de todas las religiones y la fraternidad universal, a través de la que exploró lo espiritual en el arte. En 1922 se instaló en Seattle, donde impartió clases en la Cornish School y comenzó a interesarse por la caligrafía oriental. Desde 1925, año en que visitó París, Tobey viajó por todo el mundo, desde Oriente Próximo, Inglaterra (donde también dio clases en el Darlington Hall de Devon), México o diversos lugares de Asia, entre los que cabe resaltar su estancia de un mes durante 1934 en un monasterio budista zen a las afueras de Kioto. Esta experiencia sería determinante en su visión de la pintura y daría lugar a su técnica de white writing, mediante la que aplicaba pinceladas de reminiscencias caligráficas a un fondo coloreado. En 1944 se expuso por primera vez una serie de estas pinturas en la Willard Gallery de Nueva York.
A pesar de que su obra se expuso en primer lugar en Estados Unidos y recibió la atención de la crítica, el verdadero éxito de Tobey tuvo lugar en Europa, donde en 1958 recibió el Premio Internacional de Pintura de la Biennale de Venecia. El año siguiente, durante su participación en la Documenta II de Kassel, conoció a Ernst Beyeler, que le convenció para vivir en Basilea, donde el artista se instaló en 1960 y pasó los últimos años de su vida.
La única formación académica que recibió se redujo a la asistencia una vez a la semana a clases de acuarela y óleo en el Art Institute de Chicago durante su época de bachillerato en Hammond. La enfermedad de su padre le obligó a abandonar sus estudios en 1909 y establecerse en Chicago, donde comenzó a trabajar como diseñador industrial, y en 1911 en Nueva York, para colaborar como ilustrador en revistas y periódicos como Vogue y New York Times. En 1917 se celebró su primera exposición individual en la galería M. Knoedler & C. de Nueva York.
En 1918 se convirtió a la fe Baha’i de origen persa, que defendía la unidad de todas las religiones y la fraternidad universal, a través de la que exploró lo espiritual en el arte. En 1922 se instaló en Seattle, donde impartió clases en la Cornish School y comenzó a interesarse por la caligrafía oriental. Desde 1925, año en que visitó París, Tobey viajó por todo el mundo, desde Oriente Próximo, Inglaterra (donde también dio clases en el Darlington Hall de Devon), México o diversos lugares de Asia, entre los que cabe resaltar su estancia de un mes durante 1934 en un monasterio budista zen a las afueras de Kioto. Esta experiencia sería determinante en su visión de la pintura y daría lugar a su técnica de white writing, mediante la que aplicaba pinceladas de reminiscencias caligráficas a un fondo coloreado. En 1944 se expuso por primera vez una serie de estas pinturas en la Willard Gallery de Nueva York.
A pesar de que su obra se expuso en primer lugar en Estados Unidos y recibió la atención de la crítica, el verdadero éxito de Tobey tuvo lugar en Europa, donde en 1958 recibió el Premio Internacional de Pintura de la Biennale de Venecia. El año siguiente, durante su participación en la Documenta II de Kassel, conoció a Ernst Beyeler, que le convenció para vivir en Basilea, donde el artista se instaló en 1960 y pasó los últimos años de su vida.