Pan y Siringa
Ambas tablas fueron adquiridas, en septiembre de 1929, a la galería suiza Lucerne Fine Art. Un mes más tarde, Georg Gronau hizo un informe en el que alabó la calidad y el valor de las dos obras, así como los poéticos paisajes donde estaban emplazados los episodios. Gronau, que, según parece, las conoció cuando estaban en una colección privada en Londres, indicó en su escrito la posición secuencial que por aquel entonces tenían.
Las obras, desde su publicación en el catálogo de Múnich, en 1930, han estado adscritas a Pseudo Boccaccino, atribución que, por su parte, ya había suscrito Gronau. Los últimos estudios sobre Pseudo Boccaccino han identificado a este pintor, activo a principios del siglo XVI en Venecia, con Giovanni Agostino da Lodi, en cuyo estilo se funden las tendencias lombardas y venecianas. Las tablas fueron publicadas por Berenson, en 1968, bajo esta autoría.
La historia que se representa está extraída de Las Metamorfosis de Ovidio (Libro I-V), fuente a la que recurrieron frecuentemente los artistas del Renacimiento para ilustrar los episodios mitológicos. David Ekserdjian, en el catálogo de la exposición de 1988, apuntó las dificultades que existen para conectar esos pasajes de la historia de la ninfa Siringe, extraídos de Las Metamorfosis, con estas dos imágenes. Cronológicamente la narración se inicia cuando el dios Pan, mitad hombre, mitad macho cabrío, originario de la Arcadia, intenta ganarse con la música el corazón de la ninfa Siringe, que había consagrado su virginidad a la diosa Artemis. Siringe, al verse acosada por Pan, corre en busca de ayuda, pidiendo socorro a las náyades. Éstas, para salvaguardar su virtud, la transforman en cañas, como se aprecia en la segunda tabla, donde Siringe ya aparece con los brazos sustituidos por frondosas ramas. Siguiendo el relato de Ovidio, cuando Pan va a abrazarla, lo que rodea son los tallos de las cañas, cuyo sonido complace al dios de los pastores y rebaños, que termina por fabricarse con ellas un instrumento musical conocido como caramillo o siringe. El arroyo del primer término se ha identificado con el cristalino Ladón.
Las escenas de los planos posteriores plantean dificultades de interpretación dentro del contexto comentado. La ninfa y la figura masculina que la persigue, ambas en la tabla con Pan y Siringe, se han identificado respectivamente con Dafne y Apolo. Sin embargo, queda aún sin determinar la identidad de las tres figuras en el bosque: una mujer sosteniendo una lanza en una mano y dos soldados que bordean la falda de la montaña, todos en la tabla de Ladón y Siringe. También resulta difícil de explicar la transformación que sufre Pan cuando se dispone a abrazar a Siringe, ya que abandona su forma característica y se transmuta en humano. A juicio de Ekserdjian, una posible explicación para esta interpretación del tema de Ovidio puede estar en la fuente literaria empleada por el pintor, que pudo ser una edición con una traducción libre, o bien incompleta, del texto. Mina Gregori, a este respecto, apunta la posibilidad de que se trate de otra historia de amor de la mitología clásica, de momento, sin identificar.
Se ha señalado la posibilidad de que estas tablas, por el formato y el tema, en el que se elogia la castidad de la mujer, formaran parte de la decoración de un cassoneo arcón nupcial.
Mar Borobia