Jan van Scorel fue un importante pintor neerlandés, considerado uno de los introductores del renacimiento italiano en los Países Bajos. Viajó a Roma, llamado por el papa Adriano VI y también a Venecia, teniendo así la posibilidad de estudiar las ruinas, las esculturas clásicas y la obra de los grandes maestros italianos, entre ellos Miguel Ángel, Rafael y Giorgione. Se formó con Jacob Cornelisz. Van Oostsanen, posiblemente también con Jan Gossaert y entre sus discípulos hubo pintores de renombre como Antonio Moro. La escena representada en esta tabla se sitúa en un interior adornado tan solo con una cortina verde, que hace de fondo junto a un trozo de pared. Delante de ésta y ocupando el centro de la composición el artista ha dispuesto a la Virgen, que sujeta unos narcisos, y al Niño; a ambos los lados de ellos se halla la pareja de donantes, cuya identidad se desconoce. El grupo central de esta obra alcanzó gran popularidad en la época, por lo que se realizaron múltiples copias y versiones del mismo. Esta pintura se ha relacionado con otras dos composiciones parecidas, una del Centraal Museum de Utrecht y otra de la Gemäldegalerie de Berlín.

Jan van Scorel representó un papel importante en los Países Bajos como difusor de las ideas renacentistas italianas. El artista supo compatibilizar sus labores de pintor con su vocación religiosa y con aficiones, entre las que se encontraban la ingeniería y la arqueología; Van Scorel intervino en la decoración que preparó la ciudad de Utrecht con motivo de la entrada de Carlos V en 1540. Una de las fuentes para encontrar noticias sobre su vida es Karel van Mander, que nos cuenta que se formó en Alkmaar, después con Cornelis Willemsz. en Haarlem y en Amsterdam con Jacob Cornelisz. van Oostsanen. En 1519 inició un largo viaje cuyo destino era Tierra Santa, y que le llevó a Alemania, a Austria, donde dejó su primer trabajo conocido, y a Venecia, donde embarcó para Jerusalén. De vuelta, en 1521, está de nuevo documentado en Venecia y más tarde en Roma, donde el papa Adriano VI le nombró intendente de las colecciones de arte clásico del Vaticano. Durante ese periodo Van Scorel tuvo tiempo suficiente para estudiar los artistas italianos, especialmente a Rafael y Miguel Ángel, cuyos estilos y composiciones tendrán un reflejo en su producción tras su regreso a Utrecht en 1524.

La Virgen de los narcisos se ha fechado hacia 1535, cuando el artista estaba establecido en Utrecht tras un corto periodo en Haarlem. La composición figura en los catálogos de la Colección desde 1930, y fue adquirida, en Amsterdam, al marchante Jacques Goudstikker, en cuya galería estuvo entre 1924 y 1926, cuando participó en una exposición celebrada en Rotterdam en la que se presentaron los fondos de la galería;Max J. Friedländer fue el primer historiador que se interesó por ella en 1935.

La pintura se ha relacionado con dos composiciones similares, pero simplificadas, que se conservan en el Centraal Museum de Utrecht y en la Gemäldegalerie de Berlín, y en las que se repite el grupo central pero variando el entorno. En la obra expuesta en Utrecht el motivo principal es la Virgen con el Niño, instalados en un paisaje en el que, a la derecha, se han colocado un asno y una figura que se ha identificado con san José; el tema se reconoce, por lo tanto, como el descanso en la huida a Egipto. En esta pintura de Utrecht, en la que los perfiles del grupo central se recortan sobre un celaje muy claro, María sostiene unas rosas. En la pintura de Berlín se insiste en el mismo esquema, pero desaparece del fondo la referencia al viaje de la Sagrada Familia y se varía un poco el árbol de la izquierda, cuyo tronco está mucho más florido que en la obra de Utrecht; finalmente, las rosas se sustituyen por unas flores amarillas. El conjunto central de esta pintura, que tuvo una amplia difusión y aceptación por el número de copias y de versiones que se conocen, tiene recuerdos del estilo de Rafael por la comunicación y por el afecto que desprenden la Madre y el Hijo, y del primer Miguel Ángel, por la posición que adopta el Niño, que evoca la del tondo Doni de la Galleria degli Uffizi.

En la tabla del Museo Thyssen-Bornemisza se ha sustituido el fondo de paisaje por un sencillo interior en el que se cuelga un pesado cortinón verde a la izquierda, y donde acompañan al Niño y a la Virgen, que en este caso sostiene unos narcisos, una pareja de donantes. En cuanto a la identidad de éstos se ha mencionado la hipótesis de que fueran, por la diferencia de edad, madre e hijo. Sin embargo esta sugerencia fue rechazada por Eisler, que propuso un matrimonio.

Mar Borobia
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