Camino atravesando campos de cereal cerca de Zuider Zee
Jacob van Ruisdael está documentado en Amsterdam en 1657, fecha en la que hizo una solicitud para ser bautizado en la Iglesia Reformada. Entre los motivos que se han citado para argumentar el traslado del artista, se encuentran los estrictamente comerciales, relacionados con el mercado de arte, ya que en una ciudad como Amsterdam, un pintor podía dar salida más fácilmente a su trabajo. Allí Ruisdael amplió su repertorio temático e incluyó torrentes, escenas boscosas, molinos, paisajes de inviernos y marinas. De hecho, entre finales de la década de los cincuenta y principios de los sesenta el artista se dedicó con más intensidad a explorar las posibilidades que le ofrecían las aguas impetuosas de los riachuelos, las cascadas que corren por bosques, los enclaves rocosos, junto a los molinos, cuyas siluetas, en su juventud, habían recortado sus cielos.
Los campos cultivados se encuentran en la obra de Ruisdael desde una fecha temprana, y son uno de esos temas que, con variaciones, modificaciones y cambios de estilo, aparecen en su repertorio en varias etapas de su carrera; el artista los abordó con distintos entornos. Ruisdael colocará estos campos cultivados en las tierras llanas, cubriendo colinas, en las lindes del bosque, próximos a la orilla del mar o junto a las aguas pantanosas de alguna charca. En esos campos, bañados por una luz cálida, en los que la cosecha está madura, pinta, como en esta ocasión, figuras que transitan por los senderos o que se sientan a descansar al borde de los sembrados. Respecto a este detalle, han sido varios los historiadores que, al profundizar en la figura del artista holandés, han hecho algún comentario comparando estas imágenes con las tradicionales representaciones, organizadas en series, las estaciones o los meses. Pese a que estas pinturas con campos amarillos de cereales podrían insertarse en contextos como los que simbolizan el verano o el mes de agosto, esta vía ha quedado excluida al no identificarse en su producción ningún ejemplo que se ajuste a estos tradicionales conjuntos y al hecho, todavía más significativo, de que sus figuras siempre quedan al margen de las labores agrícolas.
Ruisdael, en este lienzo, consigue el espacio a través de la luz y logra una armonía en los primeros planos que confecciona con leves y equilibrados contrastes de claridad y de sombra. La perspectiva, como en otras muchas de sus composiciones, se refuerza a través del sinuoso camino por el que transitan un rebaño y figuras, y que nos lleva a la media distancia; más allá resalta la silueta de una aldea entre frondosos árboles que rompen con sus copas la línea del horizonte. La zona representada por el pintor no ha podido determinarse con exactitud, aunque se cree que puede estar próxima a Naarden y que el fondo es el Zuider Zee. El lienzo se ha fechado a principios de la década de 1660 y se ha relacionado con una pintura conservada en el Museum Boijmans Van Beuningen de Rotterdam.
Mar Borobia