El columpio
Nicolas Lancret, en un principio, enfocó su carrera hacia la pintura de historia, y con este objetivo se formó en el taller de Pierre Dulin. Continuó sus estudios en la Real Academia de Pintura y Escultura, que abandonó por su carácter díscolo; poco después entró en contacto con el que había sido maestro de Watteau, Claude Gillot, lo que supuso un cambio de rumbo en su trayectoria profesional que quedó completamente definida al ser admitido en la Academia, en 1719, como pintor de fiestas galantes. Nicolas Lancret participó regularmente, desde junio de 1722, en la Exposition de la Jeunesse, así como en el Salon. Lancret fue considerado en vida un seguidor de Watteau, cuya influencia se acusa en sus primeras composiciones, al igual que las enseñanzas de Gillot. Sin embargo, Lancret fue capaz de crear un estilo propio dentro del género, sin la magia de Watteau, pero lleno de alegría y con un toque más mundano. Sus escenas, que le gusta colocar al aire libre, en entornos naturales, como jardines o el campo, tendrán un carácter más descriptivo que se detecta en el número de detalles que introduce. El repertorio para estas fiestas galantes es más variado que el de Jean-Baptiste Pater, ya que incluye conciertos, bailes y comidas campestres, reuniones informales, juegos, escenas inspiradas en fuentes literarias; así como series dedicadas a las horas del día, a las edades de la vida o a los elementos.
El columpio se ha fechado hacia 1735-1740, en la madurez del pintor. El episodio se ha emplazado en un jardín cuidado en el que se detectan elementos y recursos que Lancret reproducirá en otros frondosos rincones de sus pinturas, como son las fuentes y los cenadores. Los personajes se han dispuesto en grupos alrededor de tres árboles cuyos troncos, además de crear profundidad por el vacío que dejan entre ellos, organizan la disposición de las escenas del cuadro. A las parejas de los primeros planos, sumidas en sus galanteos, les sucede el motivo principal, que da título a la tela y que el artista ha desplazado a la izquierda. Aquí, una mujer, sentada en un columpio, es impulsada por dos hombres: uno detrás de la dama y el otro con una cuerda, que sostiene con firmeza, en el centro de la composición. En los planos más alejados el pintor vuelve a repetir los agrupamientos del primer término en las figuras al borde de la fuente. El ritmo constructivo se extiende a detalles anecdóticos como el que se recoge en el ángulo inferior derecho, donde se incluyen dos perros, uno de ellos ladrando con furia. Los colores son suaves y delicados, predominando los grises, azules y verdes, que se rompen con toques cálidos, muy entonados, destinados a telas y accesorios.
La pintura, que formó parte del conjunto atesorado en Villa Favorita desde 1934, procede de la colección Roger Pettiward, en Suffolk. Con anterioridad estuvo en la colección Boyer de Fons-Colombe y fue subastada en Le Brun. En el Nationalmuseum de Estocolmo se conserva un diseño, atribuido a Gilles Marie Oppenort, en el que se reproduce, invertido, el esquinazo de la fuente con la estatua y el pez que arroja agua por su boca. Este diseño también contiene parte del grupo escultórico que se dibuja a la derecha, incluida la cabeza de león.
Mar Borobia