Yvette Guilbert
Henri de Toulouse-Lautrec siempre sintió una gran fascinación por el mundo de los teatros y los cafés-concierto de París, que representó en numerosas obras haciendo gala de sus grandes dotes de observación. La famosa cantante Yvette Guilbert (1867-1944), verdadera estrella de los cabarets El Diván Japonés, Ambassadeurs o Moulin Rouge en el París de fin de siglo, había conocido a Toulouse-Lautrec a comienzos de 1893 a través del escritor Maurice Donnay y se había convertido en una de las vedettes preferidas del pintor. En este retrato suyo, que sirvió de ilustración del artículo dedicado a los cafés-concierto por Gustave Geffroy en Le Figaro Illustré en 1893, Yvette aparece al borde del escenario, en una pose rígida, incluso altiva, a punto de hacer la reverencia de rigor entre aplausos. Según relató la cantante en sus memorias, su peinado recogido y el maquillaje claro los había copiado de una cabeza de cera del Musée de Lille y su vestido largo con escote en pico, del Retrato de Mme. Roger Jourdain de Albert Besnard.
La obra perteneció durante un tiempo al actor de cine mudo francés Max Linder (Maximilien Gabriel Leuvielle, 1883-1925).
Paloma Alarcó