La Cena de Emaús
hacia 1633 - 1639
Óleo sobre lienzo.
111,8 x 152,4 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
375
(1976.66
)
Sala 20
Planta segunda
Colección permanente
La vida y la personalidad de este artista procedente de Amersfoort, localidad próxima a Utrecht, se ha ido reconstruyendo a través de una serie de documentos y estudios aparecidos a lo largo del siglo pasado.
Sin embargo, son muchas las lagunas que todavía encontramos en la trayectoria de este pintor documentado en Roma en 1630. Por sus primeras obras conocidas, en las que se detecta un conocimiento de las pinturas de Gerrit van Honthorst, se barajó la idea de que se hubiera formado bajo su dirección en Utrecht, probabilidad difícil de encajar por la fecha de retorno de Honthorst. Sin embargo, Stom sí pudo conocer la producción de este artista en los años posteriores a su establecimiento en Utrecht.
Este lienzo ha sido fechado por Nicolson durante la estancia del pintor en Nápoles, hacia 1633-1639, momento en el que se detecta un ligero cambio en las tonalidades de sus lienzos, en los que se da entrada a tonos más terrosos, y en el que también se ha subrayado la huella de artistas napolitanos como Domenico Viola.
La Cena de Emaús fue adquirida para la colección Thyssen-Bornemisza a la galería romana Franco Rapetti en 1976. Con anterioridad estuvo registrada entre los bienes de una familia de vinateros de Burdeos, hasta que uno de sus miembros, Christian Cruse, la puso a la venta en 1975. Según un informe conservado por la familia Cruse, el lienzo perteneció, hasta aproximadamente 1850, a una colección privada holandesa, establecida en las Indias. La pintura se dio a conocer en la década de 1950 a través de un artículo editado por Pariset y gracias a una exposición celebrada en París en la galería Charpentier en 1954.
La escena de Stom está recogida en el Nuevo Testamento y se ciñe al texto con bastante exactitud: «[Ellos] obligáronle diciéndole: Quédate con nosotros, pues el día ya declina. Y entró para quedarse con ellos. Puesto con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y desapareció de su presencia».
Stom, siguiendo el relato, representa la escena en un interior iluminado por la céntrica luz de una vela. Los dos discípulos se colocan a la izquierda, mientras que Jesús lo hace a la derecha. El momento elegido es justo en el que los discípulos reconocen a Cristo, que todavía sostiene el pan que acaba de partir, y en que manifiestan su sorpresa, mirando fijamente a Jesús y abriendo y extendiendo sus manos como para tocarle. El testigo del hecho milagroso es una figura secundaria, la muchacha que sirve la mesa, que observa con curiosidad al personaje a su izquierda mientras lleva una fuente. La imagen de Stom está construida con un plástico claroscuro que más que dibujar esculpe a los personajes. La paleta utilizada es cálida, siendo especialmente cuidadosa la gama terrosa con la que se construyen el bodegón de la mesa y los dos discípulos. De este tema, muy repetido por Stom, se conocen ocho versiones.
Mar Borobia
Este lienzo ha sido fechado por Nicolson durante la estancia del pintor en Nápoles, hacia 1633-1639, momento en el que se detecta un ligero cambio en las tonalidades de sus lienzos, en los que se da entrada a tonos más terrosos, y en el que también se ha subrayado la huella de artistas napolitanos como Domenico Viola.
La Cena de Emaús fue adquirida para la colección Thyssen-Bornemisza a la galería romana Franco Rapetti en 1976. Con anterioridad estuvo registrada entre los bienes de una familia de vinateros de Burdeos, hasta que uno de sus miembros, Christian Cruse, la puso a la venta en 1975. Según un informe conservado por la familia Cruse, el lienzo perteneció, hasta aproximadamente 1850, a una colección privada holandesa, establecida en las Indias. La pintura se dio a conocer en la década de 1950 a través de un artículo editado por Pariset y gracias a una exposición celebrada en París en la galería Charpentier en 1954.
La escena de Stom está recogida en el Nuevo Testamento y se ciñe al texto con bastante exactitud: «[Ellos] obligáronle diciéndole: Quédate con nosotros, pues el día ya declina. Y entró para quedarse con ellos. Puesto con ellos a la mesa, tomó el pan, lo bendijo, lo partió y se lo dio. Se les abrieron los ojos y le reconocieron, y desapareció de su presencia».
Stom, siguiendo el relato, representa la escena en un interior iluminado por la céntrica luz de una vela. Los dos discípulos se colocan a la izquierda, mientras que Jesús lo hace a la derecha. El momento elegido es justo en el que los discípulos reconocen a Cristo, que todavía sostiene el pan que acaba de partir, y en que manifiestan su sorpresa, mirando fijamente a Jesús y abriendo y extendiendo sus manos como para tocarle. El testigo del hecho milagroso es una figura secundaria, la muchacha que sirve la mesa, que observa con curiosidad al personaje a su izquierda mientras lleva una fuente. La imagen de Stom está construida con un plástico claroscuro que más que dibujar esculpe a los personajes. La paleta utilizada es cálida, siendo especialmente cuidadosa la gama terrosa con la que se construyen el bodegón de la mesa y los dos discípulos. De este tema, muy repetido por Stom, se conocen ocho versiones.
Mar Borobia