Joven campesino con una garrafa
hacia 1610
Óleo sobre lienzo.
99 x 73 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
363
(1977.4
)
Sala 12
Planta segunda
Colección permanente
La vida, la personalidad y la obra de este pintor romano se han ido perfilando desde mediados del siglo pasado a través de una serie de artículos y exposiciones. Tommaso Salini es conocido por su pintura religiosa, de la que se conservan buenos ejemplos en las iglesias romanas, pero también desempeñó un papel importante en la Roma de su tiempo como pintor de género y de bodegones. Estos aspectos de su carrera, que hasta hace pocos años no eran muy conocidos, constituyen, hoy en día, uno de los capítulos más interesantes del pintor. Giovanni Baglione, de quien pudo ser discípulo y una de las fuentes para su biografía, lo encuadra precisamente como pintor de bodegones y de floreros. Como pintor de naturalezas muertas y de flores aparece en inventarios de la colección Ludovisi y del cardenal Francesco Maria del Monte.
Esta pintura fue atribuida a Tommaso Salini por Federico Zeri tras comparar la original naturaleza muerta que se desarrolla en el primer plano de nuestra pintura con el único bodegón del artista, firmado y fechado, que pertenece a una colección privada de Zurich. En esa tela, entre hortalizas, frutas, cacharros y algún que otro pequeño animal sobresale una gran col como pieza central. La afinidad en el estilo, en la pincelada y en el tratamiento entre el grupo de hortalizas del bodegón de Zurich y el lienzo del Museo Thyssen-Bornemisza, fue resaltada y puesta en evidencia por Zeri, que terminó por incluir dentro del repertorio del artista un tema nuevo, como es Joven campesino con una garrafa.
La influencia de Caravaggio es evidente en el lienzo. Esta huella la podemos apreciar en la iluminación, en la puesta en escena, en la elección del fondo y en el tipo de figura que enlaza con las obras de género más tempranas de Caravaggio. En el lienzo del Museo se ha destacado y alabado la fuerza y la vitalidad del grupo de coles que se alinean con el borde inferior de la pintura. En la figura, en cambio, se ha visto cierta dureza en el trazo y en la construcción de las sombras, que, muy geométricamente, van dibujando al joven. La crítica ha resaltado la similitud de esta figura con otras de Michelangelo Cerquozzi, apuntándose en algún momento la posibilidad de una colaboración entre ambos artistas. Entre los trabajos de Cerquozzi destaca el muchacho del lienzo Niños cogiendo fruta, del Museo Nacional del Prado. Pese a que en el óleo de Cerquozzi este joven es una figura de cuerpo entero, su rostro, la inclinación de su cabeza, sus rasgos fisonómicos, la media sonrisa de su boca, así como la camisa abierta mostrando parte de un hombro y del torso, mantienen unos paralelismos evidentes con este muchacho de Salini. También se ha llamado la atención sobre el parecido que nuestra figura tiene con un Baco, atribuido al maestro de la naturaleza muerta de Acquavella, donde el personaje, de más de medio cuerpo, coronado con las hojas de vid, alza un racimo en una posición similar a la de la garrafa del lienzo del Museo.
Joven campesino con una garrafa ingresó en la colección Thyssen- Bornemisza en 1977. El lienzo perteneció a la colección Salavin de París.
Mar Borobia
Esta pintura fue atribuida a Tommaso Salini por Federico Zeri tras comparar la original naturaleza muerta que se desarrolla en el primer plano de nuestra pintura con el único bodegón del artista, firmado y fechado, que pertenece a una colección privada de Zurich. En esa tela, entre hortalizas, frutas, cacharros y algún que otro pequeño animal sobresale una gran col como pieza central. La afinidad en el estilo, en la pincelada y en el tratamiento entre el grupo de hortalizas del bodegón de Zurich y el lienzo del Museo Thyssen-Bornemisza, fue resaltada y puesta en evidencia por Zeri, que terminó por incluir dentro del repertorio del artista un tema nuevo, como es Joven campesino con una garrafa.
La influencia de Caravaggio es evidente en el lienzo. Esta huella la podemos apreciar en la iluminación, en la puesta en escena, en la elección del fondo y en el tipo de figura que enlaza con las obras de género más tempranas de Caravaggio. En el lienzo del Museo se ha destacado y alabado la fuerza y la vitalidad del grupo de coles que se alinean con el borde inferior de la pintura. En la figura, en cambio, se ha visto cierta dureza en el trazo y en la construcción de las sombras, que, muy geométricamente, van dibujando al joven. La crítica ha resaltado la similitud de esta figura con otras de Michelangelo Cerquozzi, apuntándose en algún momento la posibilidad de una colaboración entre ambos artistas. Entre los trabajos de Cerquozzi destaca el muchacho del lienzo Niños cogiendo fruta, del Museo Nacional del Prado. Pese a que en el óleo de Cerquozzi este joven es una figura de cuerpo entero, su rostro, la inclinación de su cabeza, sus rasgos fisonómicos, la media sonrisa de su boca, así como la camisa abierta mostrando parte de un hombro y del torso, mantienen unos paralelismos evidentes con este muchacho de Salini. También se ha llamado la atención sobre el parecido que nuestra figura tiene con un Baco, atribuido al maestro de la naturaleza muerta de Acquavella, donde el personaje, de más de medio cuerpo, coronado con las hojas de vid, alza un racimo en una posición similar a la de la garrafa del lienzo del Museo.
Joven campesino con una garrafa ingresó en la colección Thyssen- Bornemisza en 1977. El lienzo perteneció a la colección Salavin de París.
Mar Borobia