Retrato de un caballero de la familia Capponi
Ridolfo era hijo de Domenico Ghirlandaio. A la muerte de su padre, de quien pudo aprender los rudimentos del oficio, continuó sus estudios en el taller familiar con su tío Davide. Ridolfo, a lo largo de su dilatada carrera, trabajó la pintura de caballete y el fresco, la temática religiosa y los diseños decorativos en algunos de los acontecimientos especiales que tuvieron lugar en la ciudad de Florencia, aunque lo mejor de su producción lo encontramos en el campo del retrato. En sus composiciones se fusionan elementos de artistas como Fra Bartolommeo, Piero di Cosimo, Rafael y Leonardo, que añadió paulatinamente a su estilo y que son más o menos reconocibles según el periodo artístico. Uno de los conjuntos más conseguidos, dedicado a san Zenobio, está datado en 1517. En él destacan dos escenas en las que se representan el milagro del santo y el traslado de su cuerpo, ambas en Florencia. A este conjunto hay que añadir también sus motivos al fresco para la capilla dei Papi en Santa Maria de Novella, de 1515, y los grutescos con los que decoró la Camera verde del Palazzo Vecchio de 1542.
Vasari, en sus Vidas, le cita y le vincula a dos de los grandes artistas del siglo XVI. Una de estas referencias le pone en contacto con Rafael, con el que, según parece, trabó amistad cuando el joven pintor de Urbino llegó a Florencia. La segunda mención está en conexión con Miguel Ángel y con el diseño para La batalla de Cascina, ya que Vasari anota su nombre entre un grupo de artistas que estudiaron y copiaron la obra.
Retrato de un caballero de la familia Capponi forma parte de la colección Thyssen-Bornemisza desde 1977 y antes de exponerse en Villa Favorita, perteneció a una colección privada italiana. La pintura estuvo en un principio atribuida a Bronzino, sugerencia formulada por Giuliano Briganti, hasta que, en 1980, Alan Salz indicó la posibilidad de que se tratara de un trabajo de Ridolfo Ghirlandaio. La tabla ha figurado como obra de este artista desde 1986, fecha de la edición del catálogo razonado de los trabajos expuestos en Villa Favorita de Gertrude Borghero.
Este anónimo miembro de la familia Capponi se presenta de medio cuerpo, sobre un fondo de tonalidades malvas que el pintor degrada con suavidad. El hombre, que posa sentado, apoya su codo izquierdo en el brazo de un sillón del que tan sólo se ha dibujado su remate más externo en la zona inferior de la tabla. La corpulencia del personaje llena completamente la superficie, en la que predomina la gran mancha modulada y oscura con la que se construye el traje. El rostro, enmarcado por una gorra, está descrito con rigor y realismo, una de las características más sobresalientes de los retratos de este pintor y que se aprecia en partes tan elocuentes como la papada que no ha disimulado y las bolsas debajo de los ojos. Esta descripción realista se continúa en las manos, pequeñas en relación con el volumen del caballero, redondas y carnosas. El retrato ha sido fechado en la última etapa de la carrera del artista.
Mar Borobia