Composición II (Naturaleza muerta)
1916
Óleo sobre lienzo.
45 x 32 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
526
(1978.64
)
No Expuesta
Planta segunda
Colección permanente
Planta primera
Colección permanente
Planta baja
Colección Carmen Thyssen y salas de exposiciones temporales
Planta -1
Sala de exposiciones temporales, salón de actos y taller EducaThyssen
En los años de desarrollo de la Primera Guerra Mundial, que para los países europeos supuso una ralentización de las actividades vanguardistas, la neutralidad holandesa favoreció la consolidación de un grupo de artistas abstractos. En 1916, Theo van Doesburg, un personaje polifacético, escritor, pintor, arquitecto y escultor, comenzó a poner en marcha la edición de la revista De Stijl, órgano de expresión del nuevo lenguaje neoplasticista. El primer número salió a la luz en octubre de 1917 con el fin de «contribuir al desarrollo de una nueva conciencia estética». En torno a esta publicación se reunieron varios pintores con ideas progresistas, como sus compatriotas Piet Mondrian (que regresó de París a causa de la guerra) y Bart van der Leck y el húngaro Vilmos Huszár, los arquitectos Jacobus-Johannes-Pieter Oud, Jan Wils y Robert van’t Hoff y el escultor Vantongerloo.
Composición II, de la colección Thyssen-Bornemisza, pertenece a un conjunto de cuatro naturalezas muertas del año 1916 que marcaron el punto de inflexión de Van Doesburg hacia la abstracción. El vocabulario artístico cubistizante, tal y como lo describía su primer propietario, el pintor Vilmos Huszár, en su artículo de la revista De Stijl en febrero de 1918, revela el interés que tenía entonces Van Doesburg por Cézanne y el cubismo. Ahora bien, como hace notar Christopher Green en su estudio sobre esta obra, el predominio de triángulos en todas las naturalezas muertas de esta serie las pone en relación con los escritos de Kandinsky, en los que el triángulo adquiere una especial relevancia simbólica.
Paloma Alarcó
Composición II, de la colección Thyssen-Bornemisza, pertenece a un conjunto de cuatro naturalezas muertas del año 1916 que marcaron el punto de inflexión de Van Doesburg hacia la abstracción. El vocabulario artístico cubistizante, tal y como lo describía su primer propietario, el pintor Vilmos Huszár, en su artículo de la revista De Stijl en febrero de 1918, revela el interés que tenía entonces Van Doesburg por Cézanne y el cubismo. Ahora bien, como hace notar Christopher Green en su estudio sobre esta obra, el predominio de triángulos en todas las naturalezas muertas de esta serie las pone en relación con los escritos de Kandinsky, en los que el triángulo adquiere una especial relevancia simbólica.
Paloma Alarcó