Composición nº 104. Blanco sobre blanco
Friedrich Vordemberge-Gildewart entró en contacto con el grupo De Stijl hacia mediados de la década de 1920 y contribuyó, junto a Van Doesburg, a la definición del «elementalismo», la variante dinámica del neoplasticismo. Con anterioridad, a través de su amigo Schwitters, había mantenido cierta relación con los dadaístas de Hannover y años después colaboró con los grupos abstractos parisienses, Cercle et Carré y Abstraction-Création.
En 1936, cuando realizó Composición n.º 104. Blanco sobre blanco, corrían malos tiempos para el artista debido al avance nazi, que le llevaría, durante la ocupación de Holanda, a vivir escondido en Amsterdam. Su lenguaje pictórico se había ido depurando paulatinamente y sus sutiles composiciones, una suerte de constelaciones triangulares de gran pureza, eran, según el escultor Hans Arp, la contra-imagen de la confusión caótica que reinaba a su alrededor. El subtítulo Blanco sobre blanco, original del artista, hace referencia a su renuncia a utilizar el color para concentrar toda la tensión del cuadro en la confrontación de las formas geométricas flotantes. A esta insistencia en la ausencia de color, que remite a Malévich, se añade la incorporación de diferentes texturas en los distintos planos, con lo que introduce un elemento áspero que dinamiza aún más la imagen y le da el carácter de un relieve pintado.
La obra se incorporó a la colección Schröfer de La Haya seguramente con motivo de la primera exposición del pintor en esta ciudad en 1938 en la que estaba incluida esta pintura, y posteriormente pasó a manos de Paul Citroen, el pintor vinculado a De Stijl y fundador de la Nieuwe Kunstschool de Amsterdam. Entró en la colección del barón Thyssen-Bornemisza en 1978.
Paloma Alarcó