Las colinas de Shinnecock
1893 - 1897
Óleo sobre tabla.
44,4 x 54,6 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
502
(1979.30
)
Sala 32
Planta primera
Colección permanente
Durante la década de 1880, por influencia de la escuela de pintura en pleinair francesa, William Merritt Chase evolucionó desde el estilo oscuro y compacto de sus años de aprendizaje en Múnich, hacia un paisajismo luminoso de factura suelta y colorista. En Shinnecock Hills, en Long Island, donde estableció su residencia permanente a partir de 1891, Chase pintó numerosos paisajes de los alrededores de su mansión. Entre ellos destacan de forma especial una serie de pinturas sobre tabla en las que representa las dunas cubiertas de maleza que separaban la tierra firme de la orilla del mar. Estas pequeñas y delicadas obras, fruto de la luminosidad brillante del lugar, pueden ponerse en relación con la obra de los impresionistas, en especial de Alfred Sisley. La amplia y frontal panorámica realizada a base de pinceladas sueltas en colores cálidos, que caracteriza la tabla perteneciente a la colección Thyssen-Bornemisza, la convierten una de las pinturas más exquisitas de ese periodo.
En 1891 Chase creó la Shinnecock Summer School of Art, donde impartió sus enseñanzas hasta 1902. El pintor, que se había estrenado como profesor en 1878 en la Art Students League de Nueva York, animaba a sus alumnos a trabajar al aire libre, delante de la naturaleza, y a pintar directamente sobre el lienzo, sin apuntes ni bocetos previos, y con ello contribuyó de manera decisiva a la expansión del impresionismo en Norteamérica.
Paloma Alarcó
En 1891 Chase creó la Shinnecock Summer School of Art, donde impartió sus enseñanzas hasta 1902. El pintor, que se había estrenado como profesor en 1878 en la Art Students League de Nueva York, animaba a sus alumnos a trabajar al aire libre, delante de la naturaleza, y a pintar directamente sobre el lienzo, sin apuntes ni bocetos previos, y con ello contribuyó de manera decisiva a la expansión del impresionismo en Norteamérica.
Paloma Alarcó