Paisaje con hombres armados
Hercules Segers abrió el paisaje holandés a nuevos aspectos. Segers se formó en los círculos manieristas con Gillis van Coninxloo en Amsterdam y en sus primeros trabajos se puede reconocer la herencia flamenca. Sus pinturas, así como el importante papel que llevó a cabo en el campo de las artes gráficas, donde experimentó con tintas y con los soportes, le colocan como uno de los artistas holandeses de paisaje más llamativos de principios del siglo XVII. La producción pictórica que nos ha llegado de Segers es muy reducida, su catálogo está constituido tan sólo por once óleos, sin datar, que han dificultado la elaboración de su cronología. Sin embargo, por fuentes literarias, sabemos que sus pinturas fueron muchas más y que además gozaron de la estima de reducidos círculos, entre los que se encontraba Rembrandt, quien, en 1656, poseía ocho óleos suyos. Rembrandt, a lo largo de la década de 1630, se sintió atraído por las fantásticas panorámicas de Segers y por sus personales tonalidades ocres y en su producción de esos años puede rastrearse la impronta de ese paisajista pionero.
Segers en este lienzo con un punto de vista elevado nos presenta una gran extensión de tierra enmarcada, a la izquierda, en primer término, y a la derecha, en la media distancia, con las suaves laderas de unas colinas cubiertas de vegetación. La línea del horizonte baja le permite abrir una amplia extensión donde la tierra y el agua se asocian, y que rompe, creando profundidad, con la lejana orilla del mar. Los característicos tonos marrones que usa en los arbustos secos del primer plano dejan paso a una yuxtaposición de amarillos y verdes con los que construye la vegetación en los puntos más alejados, y que salpica con algunos toques rojizos para las fachadas de los edificios. A esta organización, con la que crea espacio, se añade la de la iluminación, en la que se recurre a la alternancia de anchas franjas de suelo en sombra con otras iluminadas; este procedimiento culminará con paisajistas como Philips Koninck y Jacob van Ruisdael.
La pintura se ha comparado para su datación con dos obras de Segers conservadas en el Museo Boijmans-Van Beuningen de Rotterdam: Paisaje con un lago y Valle con un río y casas. Ambas obras, cuya construcción mantiene puntos en común con la nuestra, se han fechado en la década de 1620. Este conjunto de óleos está pintado un poco después del célebre Paisaje montañoso de los Uffizi, Florencia, lienzo que perteneció a la colección de Rembrandt y que fue retocado por él.
La obra entró en la Colección procedente del mercado de arte británico, en 1980. Antes había pertenecido a la Historical Society Museum and Gallery of Art de Nueva York, donde estuvo registrada en 1867, siendo subastada en 1972, en la misma ciudad, en Parke-Benet. El óleo mientras estuvo en la institución americana figuró como de Salomon van Ruysdael, siendo asignado a Segers por Haverkamp-Begemann.
En 1987 el lienzo se estudió con infrarrojos. En este análisis se detectaron partes no originales de la composición, como la elevada torre que aparece casi en el centro del lienzo, y extensos retoques en las ramas y hojas del primer plano. Estas modificaciones afectaban también a la figura con el arcabuz, motivo que resurgió, como el resto del grupo, tras una limpieza de la superficie realizada cuando la pintura estaba en Londres con el marchante Edward Speelman.
Mar Borobia