Merz 1925, 1. Relieve en cuadrado azul
A pesar de que su temperamento pudiera parecer contrario a cualquier norma constructiva, Kurt Schwitters se acercaría durante un tiempo al formalismo idealista del constructivismo. A partir de 1923, como consecuencia de sus contactos con los componentes del grupo holandés De Stijl y con el artista ruso El Lissitzky, que le visitó en Hannover por primera vez en 1922, sus obras fueron adquiriendo una paulatina geometrización. Durante los años 1923 y 1924 los contactos de Schwitters con El Lissitzky se multiplicaron, e incluso llegaron a firmar un manifiesto conjunto en julio de 1924. Como ha señalado John Elderfield, esta relación provocó la aparición de la cuadrícula en las construcciones de Schwitters de esos años. «Poco a poco mi estudio de los materiales y de las leyes pictóricas dio fruto —escribía el artista en 1927—, de tal modo que en 1924 hice mis primeros intentos de lograr un rigor y una simplificación mayores y una expresión más universal».
Merz 1925, 1. Relieve en cuadrado azul, es un assemblage fabricado con maderas de formas geométricas sobre una base de tablones longitudinales y rodeado por un tosco marco de madera. Schwitters ha incrementado el efecto de relieve a través del contraste de las piezas de color rojo y el gran cuadrado de color negro sobre el fondo claro, que, unido al grueso marco de color azul nos hacen recordar una escenografía teatral. La única pieza insólita dentro del conjunto es una suela de zapato, que aporta un elemento disonante a la composición.
Mientras que en las construcciones anteriores las diferentes piezas se sujetaban con clavos introducidos desde el frente y de ese modo sus cabezas quedaban a la vista formando parte de la obra, en este relieve han sido clavados por detrás y permanecen invisibles a nuestra vista. Así, los distintos materiales parecen formar parte de un todo unitario y establecen el equilibrio del espacio pictórico con una especial libertad intuitiva.
Paloma Alarcó