La catedral de Amiens
Entre 1911 y 1912 Yurii Annenkov estudió en París con Maurice Denis y Félix Vallotton. A su regreso a San Petersburgo comenzó su carrera artística como escenógrafo y retratista. Entre las escenografías experimentales cabe destacar Gas de George Kaiser y Rebelión de las máquinas de Alexei Tolstói. Al contrario que otros vanguardistas rusos, nunca se adscribió ni al cubofuturismo ni al constructivismo, pero mantuvo relaciones fluidas con Lariónov, Rózanova y Tatlin, y fue miembro de la Unión de Juventud, importante centro cultural de San Petersburgo que organizaba exposiciones y editaba y vendía libros. A pesar de ello, el artista no fue ajeno a la orientación generalizada hacia el arte industrial y hacia la supresión del arte por la precisión de la máquina, y por ello muchas de sus composiciones entran dentro de la abstracción geométrica.
La catedral de Amiens pertenece a un conjunto de assemblages abstractos creados entre los años 1918 y 1921 en los que el artista quiso aunar tradición y vanguardia. En todas las composiciones de esta serie Annenkov introducía collages de imágenes del pasado en medio de una construcción geométrica abstracta, lo que se ha interpretado en ocasiones como un doble juego irónico entre nostalgia y revolución. En el caso de la composición que conserva el Museo Thyssen-Bornemisza, el artista introduce una postal de la famosa catedral gótica de Amiens en medio de un relieve abstracto construido con un collage de madera y materiales diversos. Sobre la postal, Annenkov ha escrito en caracteres cirílicos: «Recuerdo de mi maravilloso viaje. Yurii, 1912. Amiens».
Paloma Alarcó