Estudio técnico
La partida de naipes de Balthus, realizada en 1948-1950, es el fruto de un complejo proceso de elaboración cuyo resultado es una obra de aparente simplicidad.
Con la metodología empleada se ha evidenciado que debajo de la composición actual existe una pintura previa, relacionada con el Estudio para la partida de naipes, de 1947. Los materiales y procedimientos hallados revelan que Balthus empleó diversos recursos pictóricos para cubrir la pintura subyacente y llegar al resultado actual.
Los métodos de estudio han permitido identificar las múltiples capas de color y su desigual distribución por toda la obra, elementos ambos que corroboran el planteamiento de que el artista elaboró este cuadro en diferentes etapas. La hipótesis más probable es que, tras iniciarlo en 1948 basándose en un boceto anterior de la misma temática, lo dejase apartado durante algún tiempo enrollado en su taller. Posteriormente, Balthus retomó el lienzo e incorporó algunos de los cambios más notables, sobre todo en los rostros y manos de las figuras.
La técnica pictórica
La técnica utilizada por Balthus para pintar el cuadro es compleja. Como puede apreciarse en las macrofotografías, Balthus construye la obra superponiendo numerosas pinceladas muy empastadas que consiguen un efecto mate y rugoso que recuerda las pinturas murales.
La iluminación con luz rasante es una técnica que pone de manifiesto las características superficiales de la pintura y determinadas alteraciones. Con la macrofotografía con luz rasante, se pueden ver las gruesas texturas de la superficie y las grietas que presenta la obra.
El estudio técnico nos ha permitido acercarnos al origen de las grietas de la pintura. Se han planteado dos hipótesis sobre las causas que las ha provocado. La primera es que sean debidas a los materiales de carga y aglutinantes presentes en la preparación de la pintura. La segunda es que, tras una primera fase de creación, el lienzo fuera enrollado. Lo que pudo provocar que la capa pictórica se fragmentase y se formaran las grietas verticales.
El personaje oculto
La micromuestra tomada de la camisa permite identificar que la capa de color verde (A) corresponde a una blusa pintada en una primera fase similar a la de la figura del boceto de 1947. En el cuadro final, Balthus decide cubrir esta prenda con una capa de color rojo (B).
Los secretos de la pintura
La radiografía ha permitido conocer los cambios que el pintor realizó durante el proceso de ejecución. Se observan dos composiciones: la actual y otra subyacente muy similar al boceto de 1947.
La imagen radiográfica nos muestra dos elementos ocultos bajo la silla azul: el sofá de formas redondeadas, posteriormente simplificado en la pintura final, y un sombrero decorado con un lacito que Balthus decidió no incluir en el cuadro definitivo.