Esclavo agonizante (según Miguel Ángel)
En 1962 Yves Klein comienza a intervenir modelos en escayola comprados en el Louvre, como la Venus de Cnido, la Victoria de Samotracia, o este Esclavo agonizante de Miguel Ángel. El contraposto y la sensualidad de las figuras contrastan con la uniformidad de la superficie, que el artista cubre con International Klein Blue, el color azul ultramar que patenta en 1957. El origen de esta práctica se encuentra en sus pinturas monocromáticas, que comienza a realizar hacia 1949.
La serie que nos ocupa, en la que se apropia de grandes iconos de la historia del arte, está precedida por otras en las que cubre del mismo modo elementos tomados de la naturaleza, como esponjas marinas, relieves planetarios, o vaciados en escayola de los cuerpos de artistas y de sus conocidos, como su amigo Arman.
Tras la inesperada muerte del artista en junio de 1962 su viuda autorizó la producción en serie de este Esclavo agonizante y otras esculturas suyas. De este modo ponía en práctica una de las ideas de Klein: crear múltiples para cuestionar que la obra de arte es un objeto exclusivo.