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Marcos de colección
El marco es un elemento esencial en la presentación de una pintura y, por tanto, es más que un adorno. Nos ayuda a centrar la mirada y a fijar la atención en el cuadro mientras separa un espacio real, como son las paredes de un museo, de otro imaginario, que es el que nos ofrece el pintor. Fiel compañero de la obra de arte a la que protege y embellece, existe una gran variedad de estilos según el periodo artístico en que fueron realizados o el criterio de las modas, concretamente del mobiliario, pero siempre han constituido un valor añadido a la propia pintura.
Reunimos una selección de once marcos de la colección permanente del museo ordenados de manera cronológica y procedentes de países como Italia, España, Francia, Alemania y Países Bajos. No son muchas las piezas originales que han llegado a las galerías del museo, pero sí son bastante numerosos los marcos antiguos de gran calidad que protegen las pinturas. El barón Hans Heinrich Thyssen-Bornemisza se ocupó de este singular aspecto del coleccionismo lo que le condujo, ya en la década de 1980, a solicitar dos estudios de sus marcos.
Lorenzo Veneziano
Tríptico portátil de la Crucifixión, hacia 1370-1375
Temple y oro sobre tabla
Marco: veneciano del siglo XIV; madera tallada y dorada. Original
El marco original de este exquisito tríptico portátil veneciano está tallado en la misma tabla donde el artista ha pintado la obra. La continuidad con ésta se logra mediante el uso del dorado y de las pequeñas molduras cóncavas que se suceden hacia el interior en las tres tablas. Este tipo de marco del Trecento, denominado arquitectónico, imita el pórtico de una iglesia gótica e incluye bisagras que permiten plegar completamente los laterales sobre el cuerpo central. El arco central apuntado, que se apoya en unas ficticias columnas salomónicas, se inscribe dentro de un gablete triangular que se repite también en las alas laterales. La parte superior del marco está decorado con hojas y motivos vegetales y el conjunto se remata por tres trifolios con representaciones de ángeles adorando y del rostro de Cristo.
Jan van Eyck
Díptico de la Anunciación, hacia 1433 - 1435
Óleo sobre tabla
Marco: flamenco del siglo XV; Madera tallada y policromada. Original
El magnífico marco policromado forma parte intrínseca de esta obra maestra de Jan van Eyck. El artista lo pinta a modo de trampantojo, como hacía habitualmente en sus obras, en los que a veces incluía hasta inscripciones. Este que nos ocupa simula un marco de mármol rojizo que consta de un canto recto, una calle cóncava y un filo biselado. La obra presenta además un segundo marco ilusionista pintado que imita piedra gris veteada como si se tratara de alabastro o mármol y que se compone de varios elementos pétreos, como son las dos jambas verticales y un dintel horizontal.
Sobre el larguero inferior “pétreo” reposan las peanas de las figuras del Ángel y de la Virgen, contribuyendo así a crear la ilusión de estar ante un grupo escultórico. En cuanto a la trasera, que está algo deteriorada fue realizada por el propio artista imitando posiblemente un pórfido en tonos verdosos y ocres. Estilísticamente, este marco se inscribe dentro de la tradición de los retablos del norte de Europa del primer Renacimiento, con molduras y elementos arquitectónicos que también protegían las obras seculares.
Wolfgang Beurer
Retrato de Johann von Rückingen (anverso) y Personaje con escudo (reverso), 1487
Óleo sobre tabla
Marco: alemán del siglo XV; madera tallada. Original
Este retrato de Wolfgang Beurer luce un marco original característico del Renacimiento alemán en cuyos largueros laterales se ubica la decoración pictórica, la cual atestigua que el marco fue realizado expresamente para el cuadro y contribuye a la identificación del protagonista. A la izquierda está representado el emblema del Santo Sepulcro y a la derecha el de la orden chipriota de la Espada a la que pertenecía el protagonista, Von Rückingen. El marco continúa en una moldura geométrica, un filo a modo de jamba de reminiscencia gótica, y el larguero inferior, también dorado, ostenta una inscripción y hace las veces de prolongación del alféizar pintado. El pintor incluye en éste la fecha de la obra y la edad del protagonista, cuya mano está apoyada en el parapeto en primer plano. El reverso del marco carece de decoración pictórica.
Andrea Solario
Retrato de un joven, década de 1490
Óleo sobre tabla
Marco: español (?) de hacia 1490-1510; madera tallada y dorada
Este retrato está guarnecido con un marco posiblemente español cuya ejecución se ha fechado entre finales del siglo XV y principios del siglo XVI. Si hay un elemento de este original encuadre que llame la atención es su diseño, al igual que la organización de este alrededor de la cabeza. Los largueros se ordenan, entre el canto y el filo, en cuatro calles en las que el tallista ha alternado una decoración en zigzag con otra de perlas redondeadas y algo más alargadas en la calle que queda más próxima a la pintura. Se trata de una pieza reutilizada, como se comprueba en las esquinas, donde los motivos decorativos no casan correctamente. El ángulo superior derecho es el mejor conservado. El diseño ornamental de los listones, que tuvo una amplia difusión en arquitectura, proporciona un gran volumen a la pieza por el juego de claroscuros que genera.
Tiziano
Retrato del dux Francesco Venier, hacia 1554-1556
Óleo sobre lienzo
Marco: italiano, posiblemente de la región del Piamonte, de hacia 1650; madera tallada, dorada y pintada
Este marco se ha vinculado a la producción del norte de Italia y más concretamente, con alguna reserva, a la región del Piamonte, y se ha fechado a mediados del siglo XVII. La pieza, que acompaña a la perfección al retrato, tiene una gran presencia no sólo por tamaño sino también por el profuso ornato y colorido. La calle principal está decorada con hojas de acanto en las esquinas y en los largueros se repiten sistemáticamente tres motivos: ramilletes de acanto engarzados con un lazo en la parte central, roleos y un conjunto de flores que se enlazan. La talla se completa con una fina tira de perlas y otra de hojas carnosas en el filo. Hay que destacar el canto, decorado con ovas y puntas, cuya presencia varía dependiendo del ángulo de visión del espectador.
Jacopo Bassano
La parábola del sembrador, hacia 1560
Óleo sobre lienzo
Marco: toscano de hacia 1650-1700; madera tallada y dorada
Para esta obra de Jacopo Bassano se eligió un marco denominado auricular Medici, un estilo dentro de la corriente manierista que fue creado para reenmarcar las pinturas que el cardenal Leopoldo de Medici atesoraba en el Palacio Pitti de Florencia y así conferir cierta armonía y homogeneidad a su colección. Este estilo se convertiría en el sello de familia. Se caracteriza por una calle muy ancha con desarrollo de un gran entramado de formas vegetales y tendones inspirados en los diseños de formas orgánicas que decoraban las grutas de los jardines de Boboli. La decoración de tipo vegetal se extiende fuera del canto mediante formas auriculares caladas en las que se reconocen hojas de acanto y de roble en las esquinas, así como algunos motivos en espiral.
El Greco
Cristo abrazando la cruz, hacia 1587 – 1596
Óleo sobre lienzo
Marco: francés estilo Luis XIII, siglo XVII; madera tallada y dorada
Este marco destaca por su gran dinamismo gracias a las esculturales tallas que, unidas al uso del dorado, recrean un espectacular juego de luces y sombras que aportan una gran profundidad al conjunto. Se trata de un espléndido ejemplo de marco estilo Luis XIII de influencia italiana –por los artistas que trabajaban en Francia en aquel momento– pero de lenguaje absolutamente francés. Sobre una superficie decorada mediante la técnica de guilloqueado, las calles, desde el interior hacia el exterior, están compuestas por una primera cenefa de voluminosos manojos de laurel en forma de campanas que incluyen bayas y cuyos centros se adornan con ramilletes. La hilera exterior está decorada con roleos de hojas de acanto que se abren al llegar a las esquinas y que se alternan con flores. El canto externo está adornado con una sarta de perlas y bizcochos. y motivos vegetales y el conjunto se remata por tres trifolios con representaciones de ángeles adorando y del rostro de Cristo.
El Greco y Jorge Manuel Theotokópoulos
La Inmaculada Concepción, hacia 1608 – 1614
Óleo sobre lienzo
Marco: español de hacia 1650-1700; madera tallada y dorada
Durante el Siglo de Oro se produjeron en España marcos de gran belleza y calidad. El diseño y la talla de este tipo de piezas estaban a cargo del entallador, y posteriormente eran decoradas en el taller del pintor que las encargaba, ya sea a manos del propio artista o bien mediante los servicios de un estofador y dorador. Este es un magnífico ejemplo de marco barroco español tallado, dorado y de perfil exvasado, ya que el filo es más alto que el canto y que la calle. Ésta última es más ancha que en los prototipos de marco tipo cassetta italiano de los que procede, y está decorada con carnosas hojas de acanto y volutas, tanto en los centros como en las esquinas, con alternancia de hojas de roble. La decoración confiere un gran volumen al conjunto y dota al marco de un interesante juego de claroscuro. El larguero inferior pudo ser modificado para añadir una cabeza de querubín con alas.
Maestro del Monograma IDM (¿Círculo de Joos de Momper?)
Vista de un puerto fluvial con el Castillo de Sant’ Angelo, s.f
Óleo sobre tabla
Marco: italiano, región del Véneto, hacia 1590-1610; madera tallada y parcialmente dorada
Este paisaje con el Castillo de Sant’Angelo está guarnecido con un marco italiano procedente de un taller de la zona del Véneto y fechado entre finales de siglo XVI y principios del XVII. En él hay dos detalles que atraen la atención del espectador: la combinación de los colores de las maderas seleccionadas con el oro y la relevancia que adquiere el canto. De filo sencillo, alternan en sus largueros, además de las molduras lisas en oro y madera vista, una hilera de perlas y otras dos donde se combinan tres perlas y un bizcocho. En el canto, hojas robustas y jugosas en madera oscura se intercalan con otras doradas, técnica que se conoce como luminolegno y que fue empleada en el Véneto. Se trata de un marco que se ha reducido para poder ajustarlo a la obra y del que se conserva una pareja que enmarca también un paisaje del mismo pintor.
Michiel Sweerts
Muchacho con turbante y con ramillete de flores, hacia 1658-1661
Óleo sobre lienzo
Marco: italiano, Roma, hacia 1735-1750; madera tallada y dorada
Muchacho con turbante se expone con un marco italiano de factura romana fechado hacia 1735-1750. Presenta una elegante decoración de la que destaca una entrecalle que imita una pieza de mármol negro y rojo, ligeramente convexa, que queda flanqueada por molduras doradas, la más próxima a la pintura con motivos vegetales, otra con un cordoncillo, varias lisas y en el perímetro más externo una con motivos geométricos y flores. Este tipo de marco tuvo una gran difusión en el siglo XVIII y se le conoce con el nombre de dos pintores italianos: Carlo Maratta y Salvatore Rosa. El modelo tuvo además una extraordinaria expansión en Estados Unidos, y destaca por unas molduras cuyos relieves contribuyen a crear llamativos contrastes de luz.
Pieter Jansz. Saenredam
La fachada occidental de la iglesia de Santa María de Utrecht, 1662
Óleo sobre tabla
Marco: holandés o del sur de Alemania, hacia 1650; madera tallada
El marco que luce esta obra de Saenredam es un ejemplo representativo del enmarcado típico de Holanda y del sur de Alemania durante el periodo barroco. Estos encuadres solían ser sobrios, de color oscuro y habitualmente de una madera noble como el ébano. El tipo de decoración se conoce como rizo holandés, que consiste en una serie de molduras con ajedrezado o taqueado, y otras con diferentes tipos de ondas que se alternan con listones lisos, cóncavos o convexos. Estos adornos se hacían con ruedas dentadas provistas de cuchillas que mientras rodaban rebajaban la madera creando un dibujo. En este marco destaca la calle con motivo ajedrezado próxima al filo, así como las ondas del filo y del canto, una decoración que se conoce con el nombre de flammleiste.
