Restauración y estudio técnico
El Caballero de Carpaccio es una pintura tan deslumbrante como enigmática. No conocemos todavía, a estas alturas, la identidad del retratado, aunque los historiadores llevan un siglo proponiendo distintas hipótesis. La más reciente, del profesor Augusto Gentili, hace de él un capitán veneciano destacado en una base naval en Grecia que fue derrotado por los turcos y decapitado en Estambul.
Adquirido por Heinrich Thyssen padre en 1935 de la prestigiosa colección Kahn, fue su hijo Heini quien en 1957 encargó una restauración que sería decisiva: se eliminaron los repintes y se recuperaron dos cartellinos, uno con la divisa del caballero y el otro con la firma de Carpaccio, así como los reflejos de la armadura y el gesto melancólico del guerrero.
En primer lugar, el estudio técnico nos ha descubierto los detalles que cambiaron en el proceso de ejecución del cuadro: que hubo un caballo más pequeño bajo el caballo visible y otro ciervo bajo el ciervo que vemos, que se alteró la mirada del caballero y se añadió el roble deshojado que, como señala Sedano, parece aludir a la muerte del joven y confirmaría que se trata de un retrato póstumo.
El vídeo de arriba es para uso exclusivamente decorativo dentro de está página.
Un paisaje oculto
El dibujo que subyace bajo las capas de color está ejecutado con un trazo firme y conciso, muy evidente en el diseño del personaje protagonista y en los elementos arquitectónicos y el paisaje del fondo.
En el lateral derecho, realiza la figura de un ciervo del que se pueden observar trazos precisos en la imagen infrarroja, cuya silueta corrige en la composición final.
Debajo de las capas de color del agua del lago, tapado intencionadamente, encontramos la silueta de otro ciervo, que puede tratarse de una primera ubicación del que observamos a la derecha.
Un pigmento insólito
Los análisis del laboratorio químico han permitido descubrir que Carpaccio utilizó un pigmento inusual en pintura, la estibina. Este pigmento se empleaba normalmente en la fabricación de campanas y elementos metálicos. Ese efecto de brillo metálico es el que Carpaccio busca y consigue en la armadura del caballero.
La estibina, también llamada antimonita o estibinita, es un mineral natural de antimonio (sulfuro de antimonio) que en forma de pigmento tiene un color gris oscuro. El mineral abunda en algunas zonas de Italia y también fue muy utilizado en Alemania, desde donde se exportaba a Venecia en forma de tortas para el fundido de campanas, y para otros usos, como la alfarería, fundiciones, en la fabricación de espejos y en productos medicinales.
El enigma de la inscripción
El proceso creativo de esta obra muestra la maestría y experiencia de Vittore Carpaccio, quien antes de comenzar a pintar define con precisión la escena. Esta previsión le permite plantearlos grandes volúmenes y ajustar únicamente los pequeños detalles que surgen durante el proceso pictórico. Logra de esta manera una magnífica composición, compleja y llena de simbolismo y belleza.
La radiografía revela la existencia de una inscripción en la zona superior del cuadro que no se puede observar a simple vista y que se lee al revés, “A. Durer. La inscripción debió de hacerse con un pigmento que es visible a través de los rayos X y sobre el reverso de la tela original, hoy en día tapada por otra tela de refuerzo.
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Un montaje especial
Joven caballero en un paisaje de Vittore Carpaccio (hacia 1505), una de las obras más emblemáticas del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, ha sido restaurada durante el año 2020 y parte de 2021. El trabajo se llevó a cabo en la sala 11 del museo de cara al público. Los resultados de la intervención, junto a los estudios técnicos realizados, se muestran desde el 17 de mayo en un montaje expositivo especial en la sala y además están reflejados en una publicación.
A través de los estudios técnicos y de los análisis de los materiales presentes en la obra, se ha podido estudiar en profundidad, por un lado, para conocer en detalle el proceso creativo del artista y su metodología de trabajo, y por otro, todo ello ha servido de información específica para poder acometer la restauración con el máximo rigor y respeto hacia la obra.
La restauración no solo contribuye a la recuperación de la correcta lectura de la obra sino a que perdure en el tiempo en las mejores condiciones de conservación posibles. Para ello se ha estabilizado su soporte, se han consolidado zonas frágiles de la capa pictórica y se ha eliminado la capa de barniz amarillenta y envejecida que cubría la superficie y que alteraba por completo el efecto lumínico y las combinaciones de colores creadas por el artista. Asimismo, se ha restaurado el marco que la realza y protege.
Descubre la restauración y las técnicas empleadas
La serie está compuesta por seis videos que recogen las reflexiones de diversos miembros del equipo del área de restauración que han intervenido en el proyecto de restauración de la obra de Vittore Carpaccio Joven Caballero en un paisaje c. 1505.
Revelan las líneas de trabajo y explican los procedimientos que se han desarrollado durante el proceso de restauración: en qué ha consistido y la importancia de la interpretación y combinación de las diversas técnicas y análisis para obtener una conclusión global y conseguir una línea de trabajo única.