24 de diciembre: abrimos de 10:00 a 15:00. 25 de diciembre: museo cerrado.

Formado en el seno del cubismo, Fernand Léger mostró tras la Primera Guerra Mundial una fuerte atracción por la vida moderna y la belleza de las máquinas; es lo que se conoce como su “época mecánica”. El puente, pintado en 1923, conjuga visiones fragmentarias de la ciudad y sus alrededores. Algunos motivos, como las arquitecturas de la parte superior, el paisaje solidificado, el damero en forma de cuña, y los discos dispuestos a modo de puente, ya habían aparecido en sus obras anteriores. Ahora se yuxtaponen de manera abstracta, sin unidad aparente, siguiendo patrones tomados tanto del cubismo sintético y del simultaneismo de Delaunay, como del montaje cinematográfico. No hay elementos narrativos. Ni tan siquiera una figura que destaque sobre el fondo. Léger recurre una vez más al contraste de colores primarios, de líneas curvas y rectas, y formas planas y tridimensionales para sugerir la vitalidad del mundo moderno.

JAL

Siglo XXPinturaÓleolienzo
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