Los jugadores de cartas

Muchos de los datos que se conocen sobre este pintor, nacido en Leiden proceden del biógrafo Karel van Mander. Entre la información que facilitó se menciona a su padre, Hugo Jacobsz., como su primer maestro y después a Cornelis Engebrechtsz. Van Mander también nos cuenta que Van Leyden fue un alumno con talento y además precoz, hecho que se corrobora en su primer trabajo: un grabado fechado en 1508, cuando posiblemente no había cumplido los quince años. Además de trabajar como pintor, fue un diseñador y un dibujante infatigable que compaginó, a lo largo de su carrera, la pintura con el grabado, siendo reconocido internacionalmente en este arte que le otorgó una excelente reputación. Conoció a Durero durante el viaje que el alemán realizó a los Países Bajos. El encuentro tuvo lugar en 1521 en Amberes y en él intercambiaron grabados y Durero dibujó su retrato, que se conserva en el Musée des Beaux-Arts de Lille. En cuanto a las pinturas, el catálogo que se le ha asignado no es muy extenso y el número de sus obras disminuyó tras los estudios llevados a cabo durante el siglo pasado. Van Mander mencionó cuatro pinturas que se consideran, dentro de su producción, obras maestras; están fechadas entre 1522 y 1531 y su temática es religiosa.

De su faceta como pintor se conservan obras devotas de pequeño formato, algunos retratos y temas, como el de esta tabla, donde se tratan reuniones informales en las que los asistentes juegan al ajedrez o a las cartas, asunto no muy frecuente en los años en que lo abordó Lucas van Leyden. En este caso, tres personajes, una mujer con un hombre a cada lado, están sentados alrededor de una mesa circular que ocupa el primer plano. En su superficie, estampada con flores de lis, se distribuyen en montones los naipes y las monedas. La dama, con el cuerpo frente al espectador, señala con su dedo una sota de picas, mientras mira al joven a nuestra izquierda, que tiene un rey en la mano y que dirige su mirada al personaje de la derecha que enseña un ocho de picas. La escena se desarrolla en un exterior del que se dan pocas referencias, como unos troncos de árbol, una rústica valla y un fragmento de celaje azul. La composición, dada su estructura, la seriedad de los personajes y su número, si se compara con otras imágenes parecidas, puede contener un significado diferente al margen de lo que vemos en ella. Entre las interpretaciones que se han mencionado destacamos una posible alegoría del amor, donde dos hombres rivalizarían por los favores de la dama, siendo el joven de la izquierda quien toma la delantera al sostener en su mano el rey de picas. A esta teoría se ha añadido una segunda, de matiz político, donde los personajes reunidos en torno a la mesa serían Carlos V, a la izquierda, Margarita de Austria, regente de los Países Bajos, y el cardenal Thomas Wolsey, embajador del rey Enrique VIII de Inglaterra; este encuentro simbolizaría un pacto entre Carlos V y el rey inglés contra el monarca francés.

Lucas van Leyden, con un número mayor de figuras, trató el tema de los juegos pero en interiores oscuros, como en la temprana obra Los jugadores de ajedrez, de hacia 1508, en la Gemäldegalerie de Berlín; en La adivina, del Musée du Louvre, fechada también hacia esos años; o en Los jugadores de cartas, de hacia 1515, de la colección earl of Pembroke, donde el pintor abrió la estancia a un sencillo paisaje.

Mar Borobia