Retrato de un joven
hacia 1518 - 1519
Óleo sobre tabla.
43,8 x 29 cm
Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid
Nº INV.
330
(1930.94
)
No expuesta
Este retrato fue adquirido a la galería Julius Böhler de Berlín en diciembre de 1928 como obra de Giulio Romano. El muchacho estaba identificado entonces, con interrogación, como Lorenzo de Médicis y había pertenecido a una colección privada británica. Cuando esta compra se realizó, la pintura tenía informes de Georg Gronau, Hermann Voss y Wilhelm Bode. La tabla se presentó así en la exposición de 1930, en la Neue Pinakothek, y en los catálogos de 1937 y 1958, en los que se reconocía a un miembro de la familia Médicis, asignando la imagen, con reservas, a Lorenzo. La atribución a Rafael se debe a Suida, que publicó la pintura en 1930 como un original del artista de Urbino en un artículo dedicado a los retratos italianos de la colección Rohoncz, antiguo nombre de la colección Thyssen-Bornemisza. Esta autoría fue aceptada por Hendy y por Heinemann, que asignaron el retrato a Rafael, manteniéndose el cuadro en los distintos catálogos de la colección desde 1964 bajo esta adscripción. Por lo que respecta al personaje que se representa, J. Q. Van Regteren Altena sugirió la posibilidad de que se tratara de Alessandro de Médicis, futuro duque de Florencia, propuesta esta que apareció en el catálogo de la exposición que presentó la colección Thyssen-Bornemisza en el museo Folkwang de Essen.
La pintura, que estuvo vinculada durante muchos años a la producción de Giulio Romano, se comparó con un grupo de obras de la última etapa de Rafael, en las que se ha discutido, en mayor o menor medida, la intervención de su discípulo más próximo, así como la de otros colaboradores del taller. En este grupo se encuentra Retrato de una mujer, conservado en el Musée des Beaux Arts de Estrasburgo, en cuya bibliografía se recogen también los nombres de Giulio Romano y Giovan Francesco Penni. La documentación técnica realizada hace varios años puso en evidencia en este retrato de Estrasburgo que partes tan significativas de él, como las manos, la manga y la camisa, se habían añadido en un segundo momento creativo.
El retrato del Museo Thyssen-Bornemisza, de una gran calidad, se presenta con un fondo de tonalidades grises contra el que se destaca el busto de este adolescente que aparece ante el espectador con el cuerpo de perfil y un sugestivo giro del cuello y de la cabeza para mirar al frente. El juego de colores y de contrastes que se produce entre la camisa blanca, el rosa palo del manto y los tonos limpios y claros de las carnaciones, consigue unos efectos de gran belleza. Este tipo de construcción, donde un personaje con el cuerpo de perfil gira la cabeza al frente, fue empleado por Rafael en sus composiciones de las Estancias del Vaticano. Mauro Natale, en un pormenorizado análisis de la pintura hecho en el contexto de los últimos años de Rafael, apuntó para la ejecución de la pintura al maestro de Urbino y a uno de sus colaboradores.
Mar Borobia
La pintura, que estuvo vinculada durante muchos años a la producción de Giulio Romano, se comparó con un grupo de obras de la última etapa de Rafael, en las que se ha discutido, en mayor o menor medida, la intervención de su discípulo más próximo, así como la de otros colaboradores del taller. En este grupo se encuentra Retrato de una mujer, conservado en el Musée des Beaux Arts de Estrasburgo, en cuya bibliografía se recogen también los nombres de Giulio Romano y Giovan Francesco Penni. La documentación técnica realizada hace varios años puso en evidencia en este retrato de Estrasburgo que partes tan significativas de él, como las manos, la manga y la camisa, se habían añadido en un segundo momento creativo.
El retrato del Museo Thyssen-Bornemisza, de una gran calidad, se presenta con un fondo de tonalidades grises contra el que se destaca el busto de este adolescente que aparece ante el espectador con el cuerpo de perfil y un sugestivo giro del cuello y de la cabeza para mirar al frente. El juego de colores y de contrastes que se produce entre la camisa blanca, el rosa palo del manto y los tonos limpios y claros de las carnaciones, consigue unos efectos de gran belleza. Este tipo de construcción, donde un personaje con el cuerpo de perfil gira la cabeza al frente, fue empleado por Rafael en sus composiciones de las Estancias del Vaticano. Mauro Natale, en un pormenorizado análisis de la pintura hecho en el contexto de los últimos años de Rafael, apuntó para la ejecución de la pintura al maestro de Urbino y a uno de sus colaboradores.
Mar Borobia