Caspar David Friedrich es uno de los artistas que mejor representa el espíritu del romanticismo alemán. Buscó durante toda su vida la comunión con la naturaleza y, a través de ella, transmitir sus ideas y sus sentimientos así como sus anhelos y esperanzas. Consigue infundir al paisaje un contenido simbólico con el que conecta con el espectador. Todo en esta tela tiene un significado, la luna y el amanecer se relacionan con la muerte y con la esperanza de la vida eterna, y la estación del año elegida, que anticipa la primavera, con la Resurrección. El paisaje en Friedrich adquiere una profunda interpretación religiosa. Este bello cuadro formaba pareja con otro titulado Nieves tempranas, que pertenece al Kunsthalle de Hamburgo.

 

Emociones a través del arte

Esta obra está dentro del estudio que hemos realizado para analizar la respuesta emocional de las personas al observar 125 obras del museo.

Alegría: 14.4%
Aversión: 0.09%
Desprecio: 0%
Ira: 17.13%
Miedo: 18.96%
Sorpresa: 6.21%
Tristeza: 43.2%
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