Somos el área de restauración
Un equipo de especialistas multidisciplinar
Nos encargamos de la conservación, la restauración y de la investigación de las piezas depositadas en el Museo.
Del equipo dependen, por tanto, todas aquellas acciones encaminadas a la aplicación de la conservación preventiva de las obras, para garantizar su estabilidad y permanencia, tratamientos de restauración, estudio de su comportamiento y de las condiciones que lo rodean, así como de los elementos y condiciones necesarios para su posible movimiento y/o traslado.
Un equipamiento en constante renovación y el uso de los métodos de análisis más actuales hacen posible la restauración y los estudios en profundidad de las obras de arte. Técnicas como las fotografías macro digitales con luz visible, fotografías con luz ultravioleta, reflectografías IR y radiografías, así como un laboratorio de análisis químicos facilitan los proyectos de investigación del Museo y la colaboración con otras instituciones.
El equipo humano y su historia
El área de restauración del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza es responsable de la restauración, estudio técnico y conservación preventiva de las colecciones que custodia el museo. Para desarrollar este cometido cuenta con un equipo de cuatro restauradores, uno de los cuales ejerce las labores de responsable del área, más tres colaboradores externos, una fotógrafa para la documentación técnica de las colecciones, un fotógrafo de apoyo, un químico encargado del laboratorio de análisis de materiales y un ayudante de coordinación de proyectos, gestión y administración, bajo la dirección de un jefe de área.
Un poco de historia...
El departamento actual surge de un primer laboratorio creado simultáneamente a la instalación de la colección en Madrid, en el año 1992, para garantizar su conservación durante el periodo acordado de préstamo. Fue concebido con unos medios y un criterio muy estricto para atender las exigencias de conservación y preservación estipuladas en el convenio de préstamo, así como el control de los agentes periféricos que pudieran ejercer alguna influencia negativa sobre las obras de arte que constituían dicha colección. Se trataba, por lo tanto, de un centro estratégico desde el cual se atendían dichas necesidades y se generaba la política de conservación preventiva.
Apenas un año después, en 1993, las negociaciones para la adquisición de la mayor parte de la Colección Thyssen, por parte del estado español, llegan a un acuerdo por lo que las instalaciones del Museo pasan a ser definitivas.
Partiendo de esta nueva situación, se plantea la necesidad de implementar un laboratorio de análisis e identificación de materiales ubicado en el espacio de trabajo, para facilitar el contacto entre el químico y los restauradores. Se crea un plató de fotografía técnica y reflectografía, un recinto blindado para la obtención de radiografías, y se estipulan diversos convenios de colaboración con los museos más emblemáticos y diferentes instituciones del ámbito de la cultura. Al contar con la infraestructura adecuada, pone en marcha una línea de investigación que se ha mantenido hasta nuestros días.
Comprender la conservación
Los cometidos del equipo de restauración
Restauración y estudios técnicos
Para conseguir este cometido realiza un estudio de las técnicas y de los materiales a las obras, así como un análisis de las causas y procesos de su degradación. Las conclusiones obtenidas sirven para establecer las medidas de conservación y plantear los tratamientos o intervenciones más adecuados, en caso de ser necesarios.
Su finalidad es recuperar la integridad de la obra aplicando los tratamientos que permitan la pervivencia de los bienes culturales, y subsanar los daños que el paso del tiempo y el envejecimiento de los materiales han causado.
Conservación preventiva
El área de restauración es responsable de la conservación de las obras que alberga el museo. La conservación preventiva nace con el propósito de adoptar las medidas y acciones posibles destinadas a prevenir o minimizar los daños que puedan llegar a afectar a las obras de nuestro Patrimonio. Una buena parte de su filosofía se basa en los protocolos de evaluación del riesgo para poder prever el daño e implementar las medidas adecuadas de prevención y protección según las características y naturaleza de dichas obras.